El teatro tiene muchos objetivos. Uno de ellos es el compromiso con alguna situación social que pueda despertar nuestra sensibilidad y ayudarnos a crecer como creyentes comprometiéndonos con ella, y buscando el paso de Dios en esos contextos de sufrimiento y pobreza.
Este año lo hacemos con las migraciones. Aún resuena en nuestro interior la experiencia vivida este verano en Melilla con los jóvenes mayores.
Los fondos de este año irán destinados a la Delegación de Migraciones en Nador donde varias religiosas españolas trabajan en la atención a los jóvenes que malviven en el monte Gurugú esperando una oportunidad de futuro mejor.
El fenómeno es complejo y polémico. Por esa razón queremos conocerlo y entenderlo algo mejor. Una serie de vídeos nos permitirá aproximarnos algo más al fenómeno.
Hoy, uno de los focos de origen de los flujos de la movilidad humana: el conflicto en Siria.
Te robamos solo 10 minutos de tu tiempo.
https://www.youtube.com/watch?v=yH0NVG95fdg
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Teatro II. Fraternizando fronteras. Uno de los orígenes
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